LA MIERDA ARDE

Por primera vez, se da a conocer al lector hispanohablante, al escritor emblemático de la literatura contemporánea de la República Checa, Petr Šabach (1951). El autor de los best sellers, laureado con el Premio Karel Čapek, el más importante de los que se conceden en el país, magnífico novelista y cuentista , sobre cuyos libros se han hecho numerosas películas, destaca por su típico humor satírico, irónico y hasta negro conocido en Espaňa ya en los autores checos como Jaroslav Hašek,  Bohumil Hrabal o  Milan Kundera. Sus libros que se desarrollan en la época del comunismo y poscomunismo, nos ofrecen una mirada a las pequeňas vidas cotidianas de la pequeňa gente cotidiana del país centroeuropeo suscitando, sin embargo, grandes preguntas. Petr Šabach es un autor consagrado e imprescindible para conocer la literatura europea contemporánea.

El presente libro, La mierda arde, tanto por los lectores como por la crítica considerado un best seller, fue escrito en 1994 y desde entonces se vendió sólo en Chequia más de 150.000 ejemplares en más de diez reediciones. Sirvió de base para una película de mucho éxito, y fue traducido a varios idiomas. Está formado por tres relatos: La apuesta, Bellevue y Agua con zumo. En el primero, dos amigos apuestan para ver quién consigue aguantar más tiempo sin respiración. Protagonista del segundo relato es una adolescente que quiere convertirse en varón. Y el último, trata del desconcierto de una generación que rompe con la ideología comunista de los padres y no encuentra cómo vivir en el contexto viciado. Todas la historias están contadas con una gran maestría y desde un amable punto de vista humorístico, soprenden por sus finales y nos dejan un sabor agridulce y muchos temas sobre los que reflexionar.

Iveta Gonzalezová


Presentación

Praga, 1988. Cuatro amigos, hombres greñudos con barbas descuidadas, están sentados en uno de los bares del centro histórico de Praga, una ciudad gris y con andamios pegados a las fachadas destrozadas de los viejos edificios de entonces.
–Cuando se acabe el comunismo en Checoslovaquia montaré mi propia editorial y publicaré lo que me dé la gana. Por ejemplo, todo lo que escribe el aquí presente Petr  –dice uno de ellos entre una y otra cerveza.
–Qué va, Ladislav. ¿Una editorial privada aquí? ¿Estás loco? El bolchevique nunca se rendirá, nos va a tocar vivir en esta mierda todavía muchos años  –se oponen sus amigos. Sólo uno de ellos ve los atrevidos planes de Ladislav con simpatía y esperanza. Es el escritor Petr Šabach.
Los dos amigos, el futuro famoso escritor Petr Šabach y la futura leyenda del mundo editorial Ladislav Horáček, eran entonces colegas de trabajo en una editorial estatal, ya que privadas no existían en el régimen comunista. El muro de Berlín cayó un año después de este encuentro, en octubre del año 1989, y pocas semanas después lo hizo el régimen comunista en Checoslovaquia. Ladislav Horáček, cumpliendo su palabra, fundó la primera editorial privada del país justo después de los cambios políticos: Paseka. Más de una quincena de libros de Petr Šabach han sido publicados en esta editorial y la mayoría de ellos se han convertido en auténticos bestsellers en la República Checa.  Su novela La mierda arde (Hovno hoří) ha alcanzado una tirada récord de más de 150.000 ejemplares. Sus cuentos y novelas han conquistado también las salas de cine a lo largo de los años.
Petr Šabach nació en el año 1951 en Praga. Su padre fue oficial del Ejército Popular Socialista Checoslovaco. Se graduó en los estudios de Culturología de la Universidad Carolina de Praga, pero sin embargo, no podía encontrar un trabajo adecuado a su formación en el régimen comunista, por lo que ejerció trabajos muy diversos. Fue vigilante nocturno o hacía trabajos administrativos. Debutó en el mundo literario con una colección de relatos cortos, Cómo hundir Australia (Jak potopit Austrálii), título que salió ya en el año 1986 en la editorial estatal Československý spisovatel. En sus primeras narraciones Šabach refleja los años de su niñez y juventud en el barrio praguense de Dejvice, un lugar pintoresco donde el mundo tradicional, casi idílico, de la época de entreguerras está todavía sobreviviendo en los hogares mientras el espacio público ya está sovietizándose y bajo el control del régimen comunista.  Los protagonistas de estos relatos son niños y adolescentes, muchos de ellos de familias de militares y comunistas, que se enfrentan de su propia manera al mundo oficial de sus padres. De este trasfondo surge el muy particular humor de Petr Šabach, que está presente también de forma inolvidable en La mierda arde (Hovno hoří), el libro con el que Petr Šabach se hizo extremadamente popular en Chequia inmediatamente después de su publicación en 1994. Petr Šabach, con su escritura basada en sus propios recuerdos y en las historias de sus amigos y vecinos, refleja los años de la dictadura comunista ridiculizando lo absurdo, la propaganda y la sovietización del país, pero reflejándolo todo con una sobredosis de humor negro. Los jóvenes héroes de Šabach se enfrentan a sus enemigos naturales –los polis y las maestras– que representan el mundo oficial. Así, el padre del joven protagonista intenta educar a sus hijos como ciudadanos ejemplares leales a la URSS, pero los chicos pronto descubren que el encuentro entre John Lennon y Paul McCartney fue mucho más importante que el de Karl Marx y Friedrich Engels.
En cierto sentido Petr Šabach continúa la tradición humorística de la literatura checa representada sobre todo por dos autores tan famosos como Jaroslav Hašek, autor del Buen soldado Švejk, y Bohumil Hrabal. El estilo de Šabach recuerda al de Hašek en la manera de encadenar las historias (tragi)cómicas hasta llegar a lo absurdo, mientras que a Bohumil Hrabal le une la búsqueda de la inspiración literaria en los bares y tabernas populares. Tanto Hrabal como Šabach fueron atentos oyentes y cronistas de las charlas e historias de estrafalarios y peculiares hombres que habitaban, y siguen habitando, los bares populares de Praga.      
En los años noventa Petr Šabach publicó los libros El problema peculiar de František S. (Zvláštní problém Františka S., 1996), El peregrinaje del caballito de mar (Putování mořského koně, 1998) y Los plátanos borrachos (Opilé banány, 2001), en el cual Šabach cuenta las historias tragicómicas de cuatro amigos adolescentes que intentan escapar de la vida cotidiana en la Checoslovaquia comunista y emprender un viaje al mar con un coche robado. 
Los relatos breves de Petr Šabach han llegado al cine gracias al director Jan Hřebejk y al guionista Petr Jarchovský. Los largometrajes Los años del chacal (Šakalí léta, 1993), Yo, bien (U mě dobrý, 2008), Casas acogedoras (Pelíšky 1999) y Pupendo (2003) se hicieron extraordinariamente famosas y fueron unos auténticos taquillazos en Chequia. Algunas de las frases célebres de sus protagonistas se infiltraron en el habla popular de los checos.
Šabach no es autor solo de relatos breves de humor, sino también de varias novelas escritas en un tono más serio. La novela Documento de identidad (Občanský průkaz, 2006) cuenta la historia de varios amigos adolescentes, sus enfrentamientos con el régimen comunista en los años sesenta y la invasión de los tanques soviéticos de Praga en el 1968. La novela fue adaptada al cine por el excelente director Ondřej Trojan en el año 2010.
Entre otros premios literarios, Petr Šabach fue galardonado con el Premio Karel Čapek que otorga el PEN Club. Cuando le comunicaron que había ganado el premio, Šabach estaba en EE.UU., donde viven su hijo y sus nietos. En un mensaje en vídeo dirigido al PEN Club agradeció encarecidamente el premio añadiendo: “Al menos la mitad de este premio pertenece a Ladislav Horáček, que fue quien me metió en este particular mundo de la escritura”. El editor Ladislav Horáček ya no podía recoger ni la mitad del premio pues había fallecido medio año antes de esta ceremonia en julio de 2015. Después Šabach pidió al PEN Club que destinara el dinero vinculado al premio (4000 Euros) a los escritores que sufren censura y falta de libertad de expresión en países no democráticos. “Creo que la mejor solución sería, como se trata de un premio literario, que el dinero llegara a los sectores en donde la libertad de expresión no es algo tan obvio como entre nosotros”, dijo Šabach.

Stanislav Škoda
Director del Centro Checo de Madrid