David Zábranský
David Zábranský llega a Ediciones Huso como un desconocido para los lectores de habla (¿o debería decir de lectura?) hispana, pero que cuenta con una trayectoria que desde 2006 ha dejado títulos como Debilidad por esta playa (Slabost pro každou jinou pláž, Argo, 2006), Martin Juhás o Checoslovaquia (Martin Juhás čili Československo, Premedia, 2015) o la presente obra: El intento de amar de Štern (Šternův pokus milovat, Argo, 2008). Y además llega avalado por críticos y lectores, quienes han llegado a compararlo con la obra, del también checo, Milan Kundera, del francés Michel Houellebecq y del austriaco Thomas Bernhard.
Zábranský es ya un autor popular en la literatura checa, y, sin embargo, aún anónimo para muchos lectores de este lado, más occidental, del planeta. Inédito en lengua española hasta hoy. Tal vez, uno de los puntos fuertes de la globalización mundial es el cultural. Tal vez, la necesidad de saber, de conocer, de descubrir del ser humano se ve favorecido por esta globalización mundial de la cultura.
Quizá la semejanza con Kundera venga dada por la importancia que cobran los personajes en la trama y, más aún, lo que estos dicen, sin importar cómo son físicamente, o cómo los imagina el lector. Aunque en esta obra de Zábranský el protagonista trata de describir a los demás, pero a través de sus propios ojos, con sus peculiares insatisfacciones vitales volcadas en esas escuetas descripciones. Tal vez lo que lo acerque a Houellebecq sea la controversia que este generó, y que es muy fácil intuir que El intento de amar de Štern, de Zábranský, va a generar entre los lectores de Huso. Y, ¿por qué no?, el uso reiterativo que Bernhard hacía de algunas frases o sus temas recurrentes, la violencia o la incapacidad de comunicarse con otras personas entre ellos, es el nexo con este autor.
El intento de amar de Štern es todo eso: descripciones escuetas y superficiales de los personajes vistos a través de los ojos del protagonista, Štern, que nos obligan a escuchar lo que los personajes dicen y hacen; paralelismos y reduplicaciones en la narración que, quizá, quieran captar la atención del lector; uso violento de la sexualidad que roza, cuando no se sumerge plenamente, en escenas lujuriosas. Y, de forma especial, es la historia de Štern, un joven que ha alcanzado el éxito profesional pero se siente incapaz de amar, con el corazón y no solo con deseo sexual, a las mujeres, y así lo demuestran sus fracasos sentimentales. Fracasos que le llevan a vivir esta serie de «intentos» de amar.
Sin embargo, El intento de amar de Štern es más que narrativa. Zábranský parece querer abrirnos los ojos ante lo que una mal entendida y gestionada globalización está provocando en las jóvenes generaciones. Pérdida de valores y búsqueda de un éxito (o dinero) fácil; falta de comunicación a cambio del egocentrismo más cruel y doloroso; falsos altruismos, etc.
David Zábranský, ganador del premio Magnesia Litera de 2007 (premio literario checo concedido por la Asociación Litera desde 2002, otorgados en diferentes categorías) en la categoría descubrimiento del año, con su obra Debilidad por esta playa (Slabost pro každou jinou pláž), es graduado en Derecho, Periodismo y Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Charles, Praga. Entre su producción literaria encontramos desde novelas, novelas cortas, relatos cortos, obras teatrales hasta un guion radiofónico.
Esta obra de Zábranský ve la luz en Ediciones Huso acompañada de la obra No soy yo, eres tú II, cedida por el artista plástico y diseñador Roberto Carril Bustamante. Como toda gran obra (pictórica, literaria o de cualquier tipo), deja abierta la puerta a la imaginación de quien, en este caso, la observa para interpretar su significado, su tiempo. Y así ha sido. Si bien su origen es marcadamente personal (y como tal está cargado de pasión y ternura, significados y realidades), el momento presente ha querido que se transforme en el complemento perfecto para llevarnos de la mano en el turbulento mundo interior de Štern, y así, en el interior, da sentido gráfico a diferentes pasajes de la novela gracias a varios de los dibujos a tinta. También, la imagen principal, la de la cubierta, atribuye a la obra de Zábranský fuerza, secretismo y pasión.
Irene Muñoz Serrulla